lunes, 5 de junio de 2006

Contactos Sin Tacto ( I )

Inicialmente titulado "Los Chicos Sólo Quieren Divertirse (Pero Los Heteros No)"

¿Qué rayos pasa con los hombres? Lo digo porque, de un tiempo a esta parte no dejo de enterarme de que, muchos patas lindos e interesantes -e incluso conocidos míos, que consideré muy seriamente como probables candidatos para iniciar algún contacto- o bien se hallan sumergidos en sus cada vez más absorbentes actividades laborales/estudiantiles, o se encuentran viviendo unas crueles paradojas perpetradas por un destino que no se cansa de sacarme la lengua cada vez que intento ver la forma de salir con alguien y esperar que algo bueno resulte de ello.

Y no lo digo por el Señor D. (es decir, Diego), de quien ya buen tiempo atrás no tengo noticias suyas (y que por momentos alguna canción de Miranda! me lo recuerda efímeramente). Eso es lo de menos; que viva feliz con o sin mí, es lo que menos me importa en estos momentos. La gesta de este enérgico manifiesto comienza a raíz de una comunicación vía messenger hace unos pocos días, con otro muchacho amigo mío (mocoso de 19 años, para variar) y que valgan verdades, desde la primera vez que lo ví (el 2001 si mal no recuerdo) quedé sumamente prendado e interesado en buscar algún acercamiento y ver qué pasaba.

Como adivinarán, éste niño en cuestión no demostró en ningún momento algún pequeño indicio que me diese a entender que gustaba de un interés sexual por gente de su mismo sexo. Pero, qué rayos... Ni yo me encontraba "enamorado" de él, ni mucho menos él buscaba un contacto conmigo como para intentar un acercamiento -por lo menos- amical y tal. Se trataba sencillamente de un muchachito simpático y punto, nada más.

Sin embargo, cuando acabó el ciclo que compartimos en nuestro centro de estudios de ese entonces, ya las esperanzas de volverlo a ver (aunque sea de lejos) se esfumaban. Afortunadamente, semanas antes me las había ingeniado de buscar algún recurso para acercármele y por lo menos averiguar cómo se llamaba aquel bombón adolescente, casi único ejemplar rescatable de aquel ramillete de tipejos -desafortunadamente no tan agraciados como él-, con quienes compartí aulas en aquella oportunidad.

Braian (algún nombre hay que darle aquí) era diferente. No se trataba de un tipo de un metro ochenta, ni mucho menos disponía de un cuerpo admirable (contextura normal, ni gordo ni flaco, algo chato pues no llega al metro sesenta). Pero me llamaba la atención el hecho de que, aparte de no ser feo, la ropa que usaba SIEMPRE le entallaba encantadoramente bien: piernas, brazos, pechos, abdomen, bragueta... uhmmm, deliciosa vista que contemplaba diariamente cada vez que me lo topaba por las mañanas, e incluso buena parte de la tarde.

Ya para cuando separamos nuestros caminos y cada quien se dedicó a sus estudios, siempre me las ingenié para comunicarme con Braian y coordinar una visita a su casa para conversar alguna tarde. Y para ser sinceros, cuando ello ocurría, poco me importaba lo que Braian me contase sobre su vida o de sus novísimas hazañas universitarias; pues mientras él me contaba de sus últimas andanzas, yo aprovechaba para devorármelo con la mirada cada minuto. Y con mayor razón cuando muchas de las veces me recibía en su casa, bien sea usando unos pantalones afranelados grises, u otros de material sintético color azul oscuro (ambos de los que se usan para hacer deportes o ejercicios, para que puedan hacerse una idea). ¡Dios mío! Tenía no sólo a un tipo interesantemente simpático conversando muy de cerca, frente a mí... sino también al dueño de un predominante paquete por debajo del ombligo y que sinceramente, no iba a la par -¡para nada!- con su estatura (ahora entiendo muy bien aquel adagio del "perfume caro en frasco chico").

Entre pausa y pausa de los (muchas veces inmensos) monólogos de Braian -mientras yo asentía con la cabeza o le respondía con frases tipo "tienes toda la razón", "así es", "efectivamente", "seguramente", "opino lo mismo que tú"-, varias veces mi vista se desviaba una y otra vez a contemplar ese irresistible campo magnético que escondía entre sus piernas. Sutilmente y bajo cualquier pretexto, lograba por momentos hacer que se pusiera de pie y observarle así mejor aquel codiciado paquete. Y por visto, ese miembro viril en estado de reposo -aún bajo ropa interior- sí que manejaba una muy respetabilísima dimensión, al punto de preguntarme calladamente una y otra vez de manera muy acuciosa, cuánto podría medir aquel tentador pene que desafortunadamente nunca pude contemplar en su absoluto esplendor, ni mucho menos auscultar de forma visual o más tangiblemente. Cosa que sin embargo no fue impedimento para arrancar del propio Braian la confesión de no haber tenido sexo alguna vez en su vida, ser cut desde el nacimiento y nunca haberse masturbado hasta la fecha (¡!). Con tremenda joya bajo su pantalón, quién lo diría, ¿no?

Y bueno, pasaron los meses (un par de años incluso) en esta situación. Poco me importaba ser yo quien se diese el trabajo de llamar y buscarle en su casa, si con ello tenía la recompensa de verlo frente a frente y disfrutar hasta la saciedad de contemplar sus manjares, provocándome cada vez que me charlaba, más de una erección que muy disimuladamente traté de ocultar. Lástima que nunca pude contemplar de Braian una situación similar en nuestras horas de horas de charla que sosteníamos en la salita de su casa. Mi promedio de visitas no pasaban de dos o tres al año (dada su condición de anfitrión, tampoco podía abusar) y pensé que ese ritmo continuaría por mucho tiempo más, hasta quien sabe... que quizás muy remotamente me otorgarse la oportunidad de ir un poquito más allá de lo acostumbrado.

Mas, hace un año y medio que no lo he vuelto a ver personalmente, ni mucho menos tengo noticias suyas. Durante todo ese tiempo, cuando lo he visto conectado al messenger y he saludado, casi siempre se excusa diciendo que no tiene mucho tiempo para responder, pues sólo ha entrado a la red por un par de minutos. Le pregunto cómo está, cómo se encuentra, si todo marcha bien con él. Y escuetamente me responde sí, que está bien, pero que me tiene que dejar... y se desconecta. En otras ocasiones, he tratado de sonsacarle qué día libre dispone para visitarlo (bajo cualquier pretexto, cumpleaños, vacaciones o lo que fuere) y sus respuestas siguen siendo las mismas: que se encuentra ocupado, que tiene que viajar o huevadas similares... para luego culminar con un "tengo que cortar porque sólo entré un toque nomás" (sí huevón, chuchetumadre).

Luego de ese par de perlas, las siguientes ocasiones en que lo volví a ver conectado sencillamente decidí ignorarlo. Total, para qué escribirle algo siquiera, si me iba a responder las misma estupidez de siempre (Dios sabe como detesto esa respuesta de mierda del "no tengo tiempo, por mi trabajo/estudios"). No lo eliminé definitivamente de mis contactos; pero luego de esas respuestitas suyas, obviamente que al tipo le eché tierrita, cremé e hice la misa del mes. Que se joda, yo no le ruego a los hombres. Ya tuve suficiente en mi vida con esa cantaleta que a nada bueno lleva.

Sin embargo, el mes pasado, me sorprendió entrar al messenger y de pronto ver una ventanita abierta, dispuesta a darme un saludo. Se trataba de Braian, quien muy cortésmente preguntaba cómo me encontraba. ¡Corcholis! El chico del codiciado paquetón estaba interesado en conversarme luego de mucho tiempo, y ni idiota que fuera de no responderle siquiera por cortesía. Y saludos van, saludos vienen, comentarios por aquí, por allá, me comenta escuetamente que las actividades universitarias lo mantienen ocupado (una de las razones por las cuales odio más a esas instituciones educativas) y que no veía la hora de sacarse todo ese rollo de encima. Motivo más que suficiente para proponerle un próximo encuentro en los próximos días, digo yo. "Lo siento, ahora los estudios me dejan muy poco tiempo, además estoy metido en asuntos de negocios que ya no me dan tiempo de nada... gusto en saludarte, debo irme".

¿Juat? ¿"Asuntos de negocios"? ¿Ahora se bota a la gente con ese rollo de "asuntos de negocios"? Putamadre. El mismo huevas que hace dos o tres años atrás me contaba que las chicas más interesantes, carnosas y "fuertotas" de su facultad -según él- no le hacían caso, a lo mejor por su baja estatura (babosas, ¿acaso nunca lo han visto de la cintura para abajo?), o por ser poco popular en su entorno al no tener mucha maña o experiencia con las chicas (las mocosas de hoy en día tienen caca en cerebro, definitivamente) ahora me salía con encontrarse hiperactivísimo en sus actividades diarias... y hasta de "negocios". Recontraplop. ¿Será que además habrá encontrado novia? ¿Habrá dejado ya de ser virgen y estrenado por fin esa pistola de extraordinarias dimensiones? ¿Sabrá por fín lo que siente una "corridita"?

Vaya uno a saber qué habrá ocurrido con Braian estos últimos meses. Por teléfono o messenger, esas son cosas difíciles de arrancar (sobre todo si apenas dispone de cinco minutos -a lo mucho- para charlarme). Lo cierto de todo esto es que, una vez más, el destino pone al frente mío un interesante ejemplar, delicioso como él solo, ahogadísimo en sus tribulaciones adolescentes (mocosas "lindas" pero estúpidas que no hacen caso a sus requerimientos ¿dónde oí eso antes?) y del cual me encuentro dispuestosísimo de acogerlo -y cogérmelo- bajo las más nobles de las intenciones... pero que desafortunadamente una vez más, me da forata bajo maneras no muy diplomáticas que digamos. Pero como ya me aburre ser ese "protagonista de telenovela mexicana" que clama solitario en el desierto, ahora no pienso quedarme de brazos cruzados. Si la justicia tarda en llegar, como dicen... pues no dudo que me otorgue la oportunidad de aprovechar el momento indicado para jugar mis cartas y como sea, dar el ansiado jaque mate. El fin justifica los medios, es otro dicho muy popular. Y ese delicioso cuerpo, con todos los pulposos manjares que contiene, alguna vez tendrá que ser mío (¡alabadas sean las pastillas!).

Aunque soñar tampoco cuesta ¿no?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero impaciente la segunda parte.

Josega.

Anónimo dijo...

Ah! Si no fuera mucha molestia me podrías mandar tu correo en hotmail a esta dirección: josega1985@gmail.com

Princesa de cuentos infinitos dijo...

Holaas!-! pues sabes, opino lo mismo que tú!!, en cuanto a que la escuela o el trabajo ocupa miil del tiempo y eso pues en veces enoja mucho, de momento podria llegar a pensar que quisas 'braian' solo te dijera eso por darte largas, o por que quizas descubrio tus 'intereses' y no le intereso, o sabe, muchas cosas pasaron por mi mente, pero te podria decir que quizas entonces a mi tambien me odiarias, yo acabo de concluir mi etapa de bachillerato (antes de la universidad) y vaya que este ultimo semestre estuve sumamente ocupada, inclusive habia amigas que me reclamaban que siempre les decia en el msn que estaba ocupada, mientras que en la escuela las dejaba solas por que tenia clase, o que entregar tal o cual trabajo :s... y eso es muy stresante, tanto para la persona que le toca que le den aire, como para uno que le toca decirles a sus amigos, ''no tengo tiempo, ''disculpa estoy desvelado necesito dormir'', ''estoy dibujando planos(como lo era en mi caso)'', o cosas por el estilo, es realmente muuy dificil, por que aparte de todo eso, a nosotros nos toca hacer tambien miles de actividades que la escuela nos pide, en fin, tengo que retirarme, pero como todo en esta vida, tiene un fin o un descanzo, esperemos que 'braian' termine pronto su escuela y sus negocios laborales marchen bien, pero que lo dejen respirar para que puedan charlar, mientras que a ti, te deseo miiil de suerte!!!

por cierto, tu blog se ve muchisimo mejor, me agrado el cambiioo!! y pss ai luego me explicas como le haces para poner los link's a musica, asi como los tienes tu en el margen izquierdo!! vale??

Saludos desde México!!
Princesa Cris G. =*

Ramiego dijo...

Querida Princesa Soñadora

Agradezco mucho tu comentario, y no te preocupes, puedes explayarte lo que quieras cada vez que desees dejarme una opinión aquí. Sobre el punto de este post, pues... qué decir. A veces me frustra mucho la idea de que las personas que deseo ver "siempre" me salen con ese rollo de "estar ocupados". A veces hasta me da qué pensar, como de que usan esa excusa sencillamente para no decirme que en verdad no desean verme. Sí, suena paranoico, pero recibir "NOs" tantas veces (tal como espero detallar en los próximos días aquí mismo) hacen que imagine esa alternativa como algo muy probable (y hasta cierto).

Y otra cosa, la verdad, hasta me da algo de pena y vergüenza que una princesita como tú, se encuentre leyendo este blog. A veces suelto acá tantas perversiones escondidas que... me pregunto cómo terminaste apareciendo en un blog como éste (por cierto, la advertencia de "contenido explicito" se encuentra convenientemente colgada en mi blog).

De cualquier forma, agradezco tu atención y espero continuar enterándome más acerca de tí.

Un fuerte abrazo

Mauricio

Anónimo dijo...

.

¡Ja, ja, ja, ja! Me he divertido muchísimo leyendo este post. Además, me recuerdas a mí mismo, cuando no puedo contener las ganas de contemplar el paquete de algún chico que me gusta y con quien hablo. ¡Eres tremendo!

Un beso.