domingo, 11 de junio de 2006

Fútbol: "Cosa Estúpida... "

Pensaba en continuar el curso natural de este blog, pero la verdad con tanto bombardeo por parte de los medios, no podía pasar de largo este enojoso tema. Y es que, ¿alguien puede explicarme QUÉ CARAJO TIENE EL FÚTBOL, por favor? La sola pronunciación de esa palabreja de por sí me genera tanto escozor y fastidio, que la verdad dudo mucho que algún día pueda entender siquiera medianamente la fascinación que sienten muchos hombres de este planeta por el aberrantemente denominado "deporte rey".

Creo que desde que nací, mi predilección por el balompié siempre fue nula. Jamás me llamó la atención siquiera el intentar practicarlo en el barrio, pues me parecía estúpida la idea de perseguir como un desquiciado una pelota, aún a costa de exponer estúpidamente mi integridad física (para eso, mejor me hubiesen dejado manejar una moto desde los seis años). Y felizmente, poco menos de un año atrás, Vicente me hizo ver que uno de mis escritores favoritos (Jorge Luis Borges) opinaba tan igual que yo sobre el tema.

No se me olvida hasta hoy aquella imagen que vi a muy temprana edad y por primera vez como sinónimo de fútbol: dos a tres tipos (incluso más, creo) enredando violentamente sus piernas, uno contra el otro, en pos de conseguir patear un simple y corriente balón. El solo hecho de imaginar cuántas contusiones podría ganar por imitar alguna vez semejante "hazaña", castró definitivamente cualquier minúscula intención de interesarme por aquel juego tan bárbaro y salvaje; a costa claro de que, por ese entonces (mucho más que en la actualidad, creo) en varias oportunidades me ganase el apelativo de "mariquita" o "mujercita" de parte de otros mocosos de mi edad. Y todo por el sólo hecho de no practicar un deporte mal llamado "de hombres".

La verdad, eso siempre me llegó al carajo. Buena parte de mi vida tomé conciencia de que lo que opinasen los demás sobre mí, jamás iba a darme de comer, ni mucho menos. A todas esas chácharas sencillamente debía darle la importancia que se merecen: la de un soberano corno. Pero lamentablemente, cuando se es niño aún no se cuenta con la fortaleza suficiente de asumir los comentarios de los demás. Y soportar las crueles burlas de otros chiquillos, ni se diga. Aunque afortunadamente, de este tipo de golpes casi siempre se aprende algo bueno.

Quizás sea esa la causa por la cual se me hinchen soberanamente las pelotas cada vez que veo que algunos padres jóvenes tratan de "enseñar" a sus pequeñines -que apenas pueden caminar asistidos por ellos-, a pelotear y tratar de buscar su interés en un deporte tan burdo como este. ¡Coño! Si al mocoso le interesa jugar alguna vez con esa mierda de pelota, ya se buscará la forma de querer hacerlo por su cuenta y no porque un idiota como su viejo lo vista de shortcitos y camisetas de clubes deportivos (¡de lo peor, deberían castrar a estos padres imbeciles!), presionando a como dé lugar que su pequeño vástago patee una puta pelota ¡... cuando aún el niño sigue cagándose en los pantalones...!

Será por eso que muchos hombres desde ya encuentran su sino marcado, al seguir con un alienado interés cualquier incidencia pelotera, por el resto de su existencia. A algunos -qué duda cabe- no les queda otra, pues no pueden razonar más que de la forma en que han sido educados. Pero a otros, que pensamos de una forma diferente, afortunadamente podemos discernir entre lo que nos conviene y lo que no; optando por alternativas mucho más iluminadas. Y sobre todo, siendo honestos con nosotros mismos y con lo que en verdad disfrutamos.

Ahora bien, resulta que éste Mundial que acaba de comenzar, es el suceso mundial (valga la rebuznancia), la noticia de la semana, el non plus ultra de cualquier medio informativo que se preste de serlo. ¡Diosssss...! A lo mejor la ceremonia y eventos de inauguración pueda que hayan resultado algo interesantes (no lo vi, mis horas de dormir son muchísimo más sagradas que saciar alguna curiosidad mundialista). Pero los partidos (que siendo honestos, es lo que la mayor parte de gente ve del mundial en sí) ¿A quien podría interesar, verdaderamente? Mi país hace SIGLOS que no asiste a un mundial (y la verdad no me interesa si alguna vez la cosa cambia). Y el sólo hecho de ver un evento deportivo en donde juegan un huevo de países... menos el mío, termina dejándome perplejo, citando muy sabiamente a Condorito: "¡Exijo una explicación!"

Si, ya sé. Seguramente más de uno saldrá con el cuento ese de la pasión de multitudes, de seguir las jugadas, las incidencias, los pases y otros mamarrachos más. De arranque, para mí, ver 90 minutos la misma huevada (una pantalla verde invadida por tipos diminutos persiguiendo un balón) me asfixia las neuronas terriblemente. Y si a eso le añadimos las narraciones propias de estos espectáculos (un tipo que describe el cotejo bajo el mismo y soso tono de voz, de cuando en cuando in crescendo cada vez que la jugada comienza a variar dramáticamente), me parece de lo más insípido. Tanto así que preferiría mil veces abrir la guía telefónica y ponérmela a leer desde la página uno hasta el final, antes de continuar viendo semejante soponcio expectorado a tantos millones de televisores, por todo el planeta.

Claro, claro... habrá alguien quien diga "¿pero acaso no te has fijado en los jugadores?" Sí, obvio de que lo he hecho; hay algunos que definitivamente dan la hora. Pero la gran mayoría no dejan de ser, o bien terriblemente feos, o nada interesantes como para perder el tiempo echándoles un ojito por un instante. Además, desgraciadamente, las cámaras de televisión en su mayoría de veces, derrochan minutos valiosísimos, transmitiendo una y otra vez imágenes de las jugadas del momento, en lugar de mostrar a uno que otro jugador simpaticón tirado en el césped, esperando ser vislumbrado (¿o debería decir devorado?) de manera conveniente por algún discretísimo hincha. Aparte de que, dos o tres minutos de imágenes de una interesante pelotero... por ochenta y siete restantes de un pesado juego, no es rentable pues. Mejor me conecto a internet y encuentro videos de HORAS de riquísimos ejemplares EN ACCIÓN. Y no precisamente en pantalones cortos, mucho menos jugando en cancha alguna.

La fiebre del fútbol le da a casi todos los hombres. Eso es ley, nadie lo puede refutar. Compadezco desde ya a todas las mujeres del mundo que en los próximos treinta días serán descuidadas por sus maridos, novios, enamorados, amantes y demás. No hay nada más humillante que dejar de lado una interesante velada romántico-sexual... por ver un partido de mierda jugado por unos tipejos más feos que una patada en las gónadas y que se nota han ganado tan alabada experiencia futbolística con más de un pelotazo en esas caras (¡y qué caras!), que para nada elevan la moral.

Doy fe de esta orfandad instigada por la maldita pelota, pues alguna vez Vicente hizo eso conmigo y me dejó de lado en varias oportunidades; todo por ver esos partiditos cojudos. Por un lado, yo... muy ansioso y con ganas de devorármelo y de que él haga lo mismo conmigo. Pero no, para el señor era mucho más importante ver el partidito entre dos naciones ubicadas en los confines de un mapamundi y que verdaderamente importaban una soberana mierda en un momento tan serio como lo es el de la intimidad con la pareja. El resultado de este "cotejo" fue como se esperaba: el balompié me sacó una tarjeta roja y me eliminó del partido hasta el día de hoy (a ver pues Vicentito, ¿qué harás ahora cuando estés en tu cama y tengas ganas? Fácil, consuélate viendo a esos jugadores negrazos africanos e imagina a uno de ellos a tu costado, metiéndote un TREMENDO PENAL... pero a punta de patadas y por donde no te de la luz del sol).

Ya ni Rogercito se escapa de esta fiebre de babosos. Anda tan excitadísimo con este acontecimiento pelotero, que ni corto ni perezoso anda siguiendo todas las incidencias de este mundial, pues se ha animado a apostar -junto a sus amigos del trabajo- por los probables ganadores en los próximos partidos. O sea, otro huevas más que anda perdiendo el tiempo viendo como estúpidamente se persigue un balón... y por los próximos treinta días. Decepcionante, ¿verdad?

Ni hablar de la horrible mascota que han escogido para este mundialito de marras: un mamarracho de dunlopillo que dudo que pueda generar simpatía a alguien. Y sorprende el hecho de que, para un mundial EUROPEO se haya diseñado a un personaje tan poco carismático y de medio pelo (aunque su lanuda anatomía pretenda emular la de ¿un león?), pues dejándose de vainas, más de una vez me he topado con muñecos del mismo tamaño (de esos que estilan para animar fiestas infantiles) mucho menos rimbombantes, más bien franciscanos, pero con mucha más gracia y simpatía que el esperpento mundialista ese. En fin... un bodrio más, para este bodrio mundialista.

Y el colmo de los colmos. A las firmas más importantes no se les ha ocurrido mejor idea que colocar a Ronaldinho como imagen representativa de varios de sus productos. Y no es que tenga nada en contra de los negros, o sea racista, ni mucho menos pero.... ¡Qué negro más feo, por Dios! Que sea probablemente el mejor jugador del mundo, nadie se lo quita. Que la dinámica de ciertas marcas sea el buscar la imagen de un personaje para que los identifique por laaaaaaaaargas temporadas, tampoco es novedad. Pero ¡putamadre! ¿Tenían que escoger a un tipo tan "poco agraciado" para eso? ¿Es que acaso no existe el photoshop? ¿No hay asesores de imagen, maquilladoras, o lo que fuere para corregir "ciertas" imperfecciones faciales tan, pero tan grotescas? Obvio, por último el tipo éste no tiene la culpa de haber nacido con esa cara. Pero carajo, ver ese cacharro tan matadazo en cualquier momento y por todas partes (periódicos, afiches, paneles -algunos de ellos descomunales-, spots televisivos, portadas de revistas, álbumes de cromos, buses, portales de internet... ¿sigo?), pues claro que desmejora el ánimo a cualquiera. Y si a estos "creativos" publicitarios no se les ocurrió anotar un mejor gol perpetrando este atroz crimen visual, pues al menos deberían usar EXTRA maquillaje o hacer uso de algún trucaje fotográfico para atenuar en algo aquel desafortunado rostro, cuyo dueño al día de hoy, habrá de seguir ganando millones de millones por estas tan fatales campañas de publicidad.

En lo que a mi concierne, el fútbol, Ronaldinho, y todo aquello que me los recuerde, me representan lo mismo: a lo grotesco, desagradable y ramplón. Y cuando veo que alguno de estos esperpentos comienza a acecharme muy peligrosamente, pues le huyo como alma que lleva el diablo. Vade retro Satanás, que a mí el fútbol jamás me va a engatusar. Salvo cuando... por cosas de la vida, me topo con ejemplares tan deliciosos como el que les dejo a continuación. Su nombre es Angelo Peruzzi y juega (o jugaba, ¿alguien me puede datear?) por el Lazio de Italia. Desde que lo vi, me percaté que este pelotero está... ¡como para comérselo con chimpunes y todo! Ya quisiera yo que un día de estos, un cuerote como éste me invite a jugar en su cancha y recibir de él un incontable número de penales, una y otra vez.

Y ustedes ¿qué opinan?

9 comentarios:

Ramiego dijo...

Prometo linkear más fotos de Peruzzi en los próximos días (que bien se lo merece).

Hasta entonces.

Unknown dijo...

Hola aqui me sumo yo tambien a la campaña STOP WORLD CUP , NOW ...!, antes de que empiezen los suicidios, escribi enn mi blog algunas cosas sobre este fenomeno social incomprensible para la gente con mas de dos neuronas, pasa por ahi y opina al respecto, saludos.

Anónimo dijo...

Grax por los comentarios, empezare a leer el tuyo igual, ok?

Anónimo dijo...

Definitivamente la onda con el futbol es escasa, aunque debo reconocer q ahora se me hace menos insufrible q cuando era niño, basicamente porque con el cable e internet uno puede abstraerse de tanto peloteo

Unknown dijo...

"... Y es que a los grandes creativos de este producto, se les ha ocurrido la iluminadísima idea de crear un "Fondo Cristal, Perú al Mundial" que se acumula monetariamente por la compra de 3 botellas de cerveza más el pago de un bolo adicional, pro fondos de esta noble causa..." No lo puedo creer, yo pase mi adolescencia en Lima, conosco Perú, y no puedo creer que con la pobreza y crisis social que ese país vive, se puedan estar haciendo este tipo de campañas, si algo hay que aprender de los paises desarrollados seguramente la pasión por el futbol no lo es.

diego dijo...

jajajaja, entre varios se unen. has insultado a todo aquel que le gusta el futbol tan solo porque a tí no te gusta, porque te parece estúpido y demás, y obviamente los comentarios también van en esa dirección. ¿no te has puesto a pensar que no tienes derecho a juzgarnos? que no te guste el futbol no es mi problema, pero esa excusa que te parece estúpido ver hombres persiguiendo una pelota podrías aplicarlo a casi todos los deportes del mundo ¿te gusta alguno? que es muy violento es falso, pues varios deportes son mucho más violentos que el futbol (con ese comentario supongo que no te gusta el basket, el rugby o la imitación gringa llamada futbol americano, la lucha libre, cualquier arte marcial, y podemos seguir con ejemplo)
no pues mauricio, dame una razón de verdad, una si quiera. obviamente si nunca has jugado futbol, no te va a gustar verlo. pero recuerda, no puedes decir si algo es malo hasta que lo pruebas, y estoy seguro que tú has probado varias cosas.
lo de las artimañas publicitarias, el marketing y toda esa nota si te la concedo.

Maria Hierba dijo...

Casi casi de acuerdo en todo, salvo lo de Ronaldihno, es bueno que alguien destaque fuera de su fisico en este mundo tan superficial.

Yo nunca dejaria a una chica por un partido, me parece taaaaaaan estupido perderse una velada con un cuero por un partido.

Maria Hierba dijo...

Por cierto, Diego, el arte marcial no es violento, no se enseña la violencia, es mas que aprender a golpear al projimo. Cosa que, por lo visto, en el futbol si se hace.

Anónimo dijo...

.

A mí tampoco me gusta el fútbol, ni entiendo la pasión desenfrenada que despierta, ni puedo admitir, en ningún caso, la violencia que en muchas ocasiones genera este deporte, sobre todo fuera del césped.

Me parece que Angelo Peruzzi está requetebueno. He visitado el enlace, je, je.

No tengo mucho tiempo, pero tengo ganas de leer todo lo nuevo que has posteado.

Un beso fortísimo y hasta muy pronto.