sábado, 30 de setiembre de 2006

De La Ficción Al Mundo Real

Al entrañable Josega

Para nadie es una sorpresa el hecho que las llamadas series (dramas) o comedias (sit-comedies) son un formato televisivo que a través de diversos acontecimientos concebidos por sus propios creadores, buscan capturar el interés de un público cada vez más cautivo por las intrigas o desenlaces de tan ocurrentes programas, emitidos a montones por la inefable caja boba. Mas ¿se han dado cuenta, de que existen casos en que paradójicamente la vida misma pareciera empecinarse en emular a este formato cargado de ficción, que precisamente busca reflejar situaciones propias del mundo real en que vivimos?

Me explico. Más de una serie o comedia televisiva (puntualmente las norteamericanas) al momento de alcanzar un relativo éxito y popularidad entre el público, de pronto sufren forzosas transformaciones... y no precisamente por libre albedrío de alguno de sus cerebros creativos, sino más bien por necesidad. Sucede que al alcanzar este producto televisado cierta notoriedad, de pronto a alguna(s) de sus figuras protagonistas la fama se les sube a la cabeza, comportándose de manera peligrosamente frívola -ya sea para llamar la atención de sus fans, de los medios, o de los mismos productores para quienes trabajan-, con el único objetivo de elevar sus bonos y ser reconocidos como las estrellas absolutas que -según imaginan- han alcanzado ser. Claro que también hay otros miembros del elenco, que por circunstancias ajenas (llámese escándalos, complicaciones u otras crisis personales) se ven obligados a abandonar el programa, dejando un hondo vacío, muchas veces difícil de suplir.

Ejemplos de los que hago mención, hay de sobra. Ahí tenemos quizás uno de los más polémicos, el de Three's Company. Comedia que se distinguió por tener entre sus más exitosas temporadas, la participación co-protagonica de Suzanne Somers ("Chrissy Snow"). Desafortunadamente, luego de alcanzar súbitamente la tan ansiada fama y notoriedad, desacuerdos económicos entre la estrella y sus directivos la obligaron a rescindir de su contrato y abandonar el programa, tras miles de protestas y corazones destrozados de sus fans. Y para subsanar este impredecible impasse, los creativos guionistas de dicha serie, no tuvieron mejor idea que "justificar" la ausencia en pantallas de la blonda actriz, limitando en un comienzo sus participaciones a unos pocos minutos al final del programa (por un supuesto "viaje" que el personaje de Somers intempestivamente habría realizado para "atender a su madre enferma"), para finalmente dejar de mencionarse a la ocurrente Chrissie en pantallas, bajo cualquier circunstancia... dando paso a una "prima" ("Cindy Snow", interpretado por Jenilee Harrison) que precisamente llegó a la ciudad para ¡oh sorpresa!, ocupar el vacío que había dejado la irremplazable caracterización que catapultó al estrellato a la carismática Suzanne.

Otro ejemplo, quizás no tan grato, es el de la recordada Dana Plato ("Kimberly Drummond") en Diff'rent Strokes. La popularidad de dicha serie fue tan alta, que todos los miembros jóvenes del elenco cayeron bajo la vorágine de fama, siendo quizás la bella Dana, la menos afortunada de todos. La dulce Kimberly, tan aplicada, tan noble, tan hermosa e inocente, se encontraba en la vida real sumida bajo los terribles efectos del estrellato, al punto que desordenes sentimentales afectaron seriamente su trabajo: un buen día sorprendió a todos en el plató con la noticia de que estaba embarazada. Menudo problema en que se encontraba, pues su contrato no contemplaba en absoluto una circunstancia como ésa, muy aparte de que en aquel momento resultaba imposible presentar en pantallas a la adolescente, tierna y responsable Kimberly... ¡gestando! Los guionistas del programa no se hicieron rollos, sencillamente inventaron para el personaje de la Plato un viaje a Francia (sin fecha de retorno) hasta que las cosas se calmaran un poco. Obviamente, Dana fue separada de la serie y pasó mucho tiempo para que volviera a ser readmitida, mas ya no bajo su rol co-protagónico, sino como eventual estrella invitada. Mientras tanto, lejos ya de las luces de los reflectores y ante la situación de encontrarse tan repentinamente como una desempleada más, a la infortunada actriz no se le ocurrió idea más nefasta que dedicarse a realizar filmes pornos de ínfima categoría (noticia que resultó la comidilla de la prensa de aquel entonces). Finalmente, la vida de Dana se apagó misteriosamente hace unos cuantos años, debido a los excesos de drogas en los que había caído.

Un ejemplo menos dramático, pero tan maldito como los anteriores, es el que merece comentarse acerca de una de mis actrices favoritas: Shannen Doherty, quien será recordada hasta el final de sus días como "Brenda Walsh", de la serie Beverly Hills 90210. Mientras que en pantallas, la azarosa vida sentimental de la simpática Brenda era seguida e imitada por miles de televidentes (bajo la adolescente moraleja de rigor) y la popularidad del programa iba cada vez en aumento, se dice que tras bambalinas la Doherty hacía la vida de cuadritos a muchos compañeros de elenco. Y durante los últimos años de su participación en el programa, no había mes en el que la estrella no estuviera involucrada en algún escándalo: riñas en discotecas u otros lugares públicos, ataques a periodistas y paparazzis con los que se topaba por doquier, problemas con sus coyunturales parejas sentimentales que rayaban incluso en agresiones físicas... Y ni decir que todo ello repercutió en su desempeño televisivo, pues los demás miembros del programa se quejaban por sus tardanzas e incumplimientos a la hora de grabar, retrasando no sólo la labor de sus compañeros de elenco, sino además de quienes trabajaban detrás de cámaras.

Spelling Entertainment se hartó de tantos problemas que esta "chica mala" les causaba y optaron por lo más fácil, separarla de la serie con una "salida creativa" casi perfecta: un viaje a Londres en donde Brenda habría de perfeccionar las dotes histriónicas que había descubierto ¡oh sorpresa! durante los últimos episodios en los que participó.
Y la nueva temporada en la que se prescindió de los servicios de Shannen, sorprendió a todos con la aparición de "Valery Malone" (interpretado por Tiffani-Amber Thiessen), hija de una familia amiga de los Walsh (padres de Brenda), cuyo padre víctima de las terribles deudas financieras por las que atravesaba, decide poner punto final a su existencia de manera trágica. ¿Resultado? La "prima" Val voló hasta la ciudad de los "generosos" Walsh a vivir con ellos por tiempo indefinido. Y como sarcástica guasa del destino (o de los guionistas creativos, en este caso), la nueva huésped terminó ocupando la habitación de la alejada Brenda, vistiendo sus mismas ropas, luciendo a veces hasta sus mismos peinados... y hasta flirteando con el mismísimo ex-novio de la engreída de los Walsh (irremplazable la dupla Shannen Doherty/Luke Perry, química que por más cambios forzosos que sufrió el programa desde aquel momento, jamás se volvería a repetir). Claro que Valery no se comparaba para nada con Brenda. Mientras que por un lado el personaje de la inigualable Shannen era algo conflictivo, con problemas y complicaciones como todo el mundo, ofrecía siempre un toque positivo que destacar: un buen corazón, con altas dosis de generosidad y responsabilidad (algo sarcástico, si tomamos en cuenta la no tan buena reputación que la Doherty había ganado en los tabloides durante los últimos años); por otro lado el personaje de Tiffany era todo lo contrario: egoísta, malvada, ambiciosa, interesada, adicta... una bitch en todo el sentido de la palabra (por cierto, algunos mordaces imaginan que tal papel fue inspirado en la conducta de Shannen, tal cual era en la vida real). Sin embargo, por más malditisimo que quisieron imprimir a aquella nueva caracterización que pretendía suplir el vacío de Brenda Walsh, pienso a título personal que el nivel del programa decayó terriblemente, al punto que dejó de concitarme interés desde ese momento y hasta el día de hoy ni sé cómo diablos acabaron dicha serie (sé que Thiessen continuó en el programa un tiempo más, pero luego de unos años también lo abandonó).

[Dato curioso #1: En el doblaje al español transmitido en Latinoamérica -hecho en México- a Valery Malone se le considera "prima" de Brenda, como si existiese una relación consanguínea entre ambas. Sin embargo en los diálogos originales sólo se menciona que la única relación existente entre la familia Malone y los Walsh era únicamente de una amistad cercana.]

Sin embargo, a pesar de todos los problemas por los que atravesó Shannen Doherty anteriormente, el mismísimo Aaron Spelling le otorgó una segunda oportunidad, al participar años después, de un nuevo proyecto llamado Charmed
(tres hermanas brujas que viven en pleno siglo XXI, combatiendo a demonios y otras fuerzas del mal, siempre ayudando a otros seres humanos). Mas, la mala racha (¿o mala costumbre?) persiguió a la actriz y luego de unos años, se vio obligada nuevamente a abandonar el programa (se dice, por las mismas razones de indisciplina y conflictos de egos al disputar más protagonismo respecto a sus demás compañeras de la serie). Claro que la forma en que optaron por "desaparecer" a su personaje ("Prue Halliwell") fue de lo más polémica. Los fans más acérrimos podrían dar fe de ello, pues según se afirma, la "muerte" que le inventaron a la más inolvidable de estas brujas, cae en muchísimas contradicciones, si tomamos en cuenta las facultades y poderes que su personaje decía poseer. Pero eso, a la hora de desaparecer a un actor o una actriz de una serie, es lo de menos. Y si hay una muerte definitiva que libre a los productores de volver a trabajar con una estrella problemática, pues mejor. Una pena en todo caso, por los fans de Shannen, quienes vemos de forma cada vez más esporádica, su presencia en nuestras pantallas.

[Dato curioso #2: No deja de extrañar el apellido utilizado para el personaje de "Prue". El mismo que en la vida real dispone otra no menos famosa artista:
Geri Halliwell, conocidísima y controvertida ex-Spice Girl, que dejó a sus demás compañeras con los crespos hechos tras abandonar el lucrativo proyecto musical que las llevó a la fama. Según los fans, "Ginger Spice" era el alma del grupo, la imagen... ¡el todo! A tal punto que, tras su retirada y al no hallar algún idóneo "reemplazo", la carrera musical de las otrora "chicas picantes" comenzaría a desmoronarse. Pero esta historia es otro "cantar".]


* * *



Cuando a los televidentes se nos sorprende con que, de la noche a la mañana uno de los personajes de nuestra serie favorita ya no aparecerá más en pantallas, muchos de nosotros prestamos especial atención al "recurso" o salida que se utiliza para justificar dicho alejamiento y que -por lo menos- dicha ficticia eventualidad resulte medianamente convincente. Hay casos en que, cuando la estrella que interpreta determinado papel decide -en buenos términos- ya no hacerlo más, se opta retirarlo de la trama con todos los honores que se merece. Entonces su personaje tiene la suerte de despedirse de todo el mundo, aún semanas (incluso meses) antes del definitivo adiós. Sobre esos previsibles casos, hay poco o nada que agregar.

Mas cuando la despedida es intempestiva (como los polémicos casos de Suzanne Sommers, Dana Plato o Shannen Doherty), los guionistas no le dan muchas vueltas al asunto, justificando en la ficción una salida de apenas dos líneas. Y poco importa si dicha excusa resulta lo suficientemente válida para ser tomada en cuenta como verosímil: un viaje a Paris, Londres, o a cualquier otro lugar del mundo... por la razón más absurda, humanitaria o ambiciosa que sea. Bastó sencillamente que esa "idea loca" se cruzara por la cabeza de nuestro "héroe" (o "heroína"), para que de pronto y de la noche a la mañana, éste decida abandonar todo y hacer su vida lejos de aquellas personas con las cuales disfrutó de incontables momentos de alegría, tristeza, esperanza, decepción... y tantas otras experiencias más.

Un personaje, ahora ausente. Pero que antaño fue considerado un pilar fundamental de la historia que nos compartía semana tras semana. Personaje entrañable, absoluto, firme e inamovible, que de pronto decide decirnos adiós, sin más ni más. Bajo un pretexto que nos puede sonar a la excusa más estúpida que pudo habérsele ocurrido a algún aprendiz de guionista, pero que sin otra alternativa debemos de "aceptar", para terminar de comprender que aquella persona que veíamos en pantallas y cuya presencia iluminaba aún más nuestro programa favorito, no volverá a aparecer. Probablemente ya nunca más.

Resulta pues paradójico que en el mundo real en que vivimos, de pronto nos encontremos en una situación parecida (por no decir escandalosamente idéntica). ¿No les parece que por momentos, nuestras propias vidas comienzan a tornarse tan similares a estas historias televisadas? A algunos quizás les ajuste mejor el formato de comedia, a otros tantos les parecerá que viven una telenovela. Pero a la gran mayoría imagino que nos calza perfectamente el drama como "género" de nuestra propia existencia. Con actores y actrices principales, secundarios, extras, apariciones especiales, en fin. Y sobre todo, con personajes que en determinado momento consideramos como fijos e irreemplazables, que imaginamos nos acompañarían por siempre (o casi siempre) hasta el final de nuestra "historia".

Sin embargo, la gran "superproducción" de nuestras vidas, tampoco escapa de salvar contratiempos. Y como toda serie, varias veces se ve en la penosa necesidad de prescindir de algunos "personajes" con los cuales compartimos de incomparables momentos. De aquellos que en muchas ocasiones consideramos como figuras sólidas, importantes, casi protagónicas, pero que desafortunadamente con o sin nuestro consentimiento, igual nos dicen adiós. Muchas veces de forma intempestiva, inexplicable e insospechada. O lo que es peor, deciden alejarse de nuestro "programa" en el preciso momento en que los considerábamos más compenetrados que nunca. Y desafortunadamente a diferencia de la ficción, en el mundo real no tenemos la potestad de exigir a "guionista creativo" alguno de inventarnos un final lo medianamente digno y verosímil para despedir como se merece al entrañable "co-protagonista" que acompañó buena parte de nuestras vivencias.

Y tal como sucede en televisión, cuando se decide desaparecer a un determinado personaje, cuyo intérprete viene causando más de un dolor de cabeza a sus directivos y se decide por inventarle una disparatada y poco imaginativa salida, pues en la vida real también encontramos que muchas de nuestras "inamovibles" estrellas también deciden alejarse de nuestro "elenco" de forma tan torpe como inexplicable. ¡Tal cual se le hubiese ocurrido al guionista menos iluminado del planeta!



* * *



Debo confesar que siempre sentí una especial predilección por la parejita Brenda Walsh/Dylan McKay. Y es que, muy aparte de que sus respectivos intérpretes derrochaban en la ficción un encanto muy bien conjugado (valgan verdades, hacían muy buena pareja en pantallas), sus personajes enfrentaban además dificultades por las que atraviesan la mayoría de parejas en el mundo real. Dificultades y conflictos que muchas veces surgían de ellos mismos y que pocas parejas hubiesen podido salvar. Quienes han visto 90210, podrán hacerse una idea de lo que me refiero: discusiones, peleas, despedidas (algunas de ellas bajo el amenazante rótulo de "definitivas"), separaciones (con la obligada aparición de un tercero -o tercera- dispuesto a vulnerar cualquier vínculo sentimental de la parejita en cuestión) y otros interminables etcéteras que omito para no extenderme más. E ignoro si quienes concibieron los entretelones entre Brenda y Dylan, lo hicieron con el propósito de alargar la historia y sacarle provecho al máximo, pero lo cierto es que el producto les resultó de lo más verosímil y auténtico.

Y es que una relación de pareja en el mundo real, no es precisamente un lecho de rosas. No consiste solamente en paseos en la playa, saliditas de la mano, besitos y abrazos frente los amigos, ni otras cursilerías de ésas. Todo ello es parte de una demostración de afecto, pero obviamente no lo es todo. Yo no amo más a un hombre o a una mujer sólo por tenerla más tiempo de la mano durante los días en que nos vemos. Mucho menos por la cantidad de veces que hacemos el amor, o por los regalos que doy, ni por las atenciones que recibo. Una relación de pareja basa su fortaleza precisamente en todas las dificultades que enfrenta y que supera con éxito. También basa su solidez en reconocer que en todo momento -sea éste bueno o malo- esa otra persona que amas no te olvida, muy a pesar de que a lo mejor hayan existido circunstancias fuertes por las cuales ahora te encuentres separado -o separada- de ella. Conviene también analizar que durante todo el tiempo que han estado juntos y luego de haber atravesado mil y un peripecias, ambos concuerden en que aquello que todavía los sigue uniendo, sigue fuerte e indisoluble como el primer día. Por más discusiones, rupturas temporales, algún atisbo de infidelidad por ahí -ojo, hablo en singular-, o el hecho incluso de haber intentado salir con otras personas durante estos delicados momentos de separación; las acciones hablan por sí solas, aceptando que él (o ella) sigue en tu corazón y efectivamente, nunca dejó de estar allí.

Y tal como sucede en la realidad, con tantos ingredientes que a los guionistas se les ocurrió aderezar el romance entre Brenda y Dylan (de aproximadamente cuatro ininterrumpidos años de duración), pues el resultado les quedó súper convincente. Y estoy seguro que la gran mayoría de televidentes -me incluyo- hubiesen preferido que al final, la parejita en cuestión acabara este idilio rumbo al altar. Sin embargo, los conflictos laborales anteriormente mencionados, impidieron seguir exponiendo -y explotando- más tópicos de esta compleja e interesante relación. El alejamiento de Doherty del programa devino a que Brenda y Dylan debían de separarse por última vez, tras la discutible decisión de ella de seguir sus estudios de teatro en Londres "sólo" por unos cuantos meses (que al final resultó siendo permanente). Paradójico resulta entonces que, tras mil y un dificultades por los que atravesó esta tormentosa relación, de pronto deba culminarse por un pretexto tan tonto como jalado de los pelos que... lamentablemente parecía salido del mismísimo mundo real. ¿O es que acaso un viaje a un destino tan lejano no llegó a arruinarnos el pastel siquiera una vez en la vida?

Lamentablemente en este caso, al guionista no había otra que... a regañadientes, darle la razón.



* * *


Sobre los reemplazos de los que hace recurso la televisión para ocupar el vacío de algunas figuras no hay mucho que decir. Hasta el momento, los que he visto no me convencen del todo. ¿Podía reemplazar una Tiffani-Amber Thiessen o una Rose Jane McGowan a Shannen Doherty? ¿O una desconocida Jenilee Harrison a Suzanne Somers? ¿O un anónimo crío llamado Danny Cooksey a una bellísima Dana Plato? ¿O tantos otros ejemplos más que muchos de ustedes conocerán mejor que yo? Según el mundo de la caja boba, pues tiene que ser así. Ha de mostrarse lo que vende, lo que resulte marketeramente óptimo, lo que borre a como dé lugar la imagen, el carisma, la esencia de aquel personaje anterior con el cual ya no se podrá contar más. Y afortunadamente por ese lado, el mundo real es más flexible; no nos impone a alguien que necesariamente tenga que ocupar (y borrar) el lugar de aquel otro "personaje" que nos acompañó por tanto tiempo y que hoy por hoy seguimos extrañando, quizás subrepticiamente. En el mundo real no se nos obliga a callar el nombre de aquella persona que probablemente ya no volveremos a ver más. Podemos mencionarla, recordarla, mirar su fotografía, extrañarla, imaginar qué estará haciendo en este preciso momento. Y sobre todo, guardar la secreta esperanza de que nuestra entrañable "estrella", tarde o temprano regresará a nuestro lado.

La última escena entre Brenda y Dylan me parece sinceramente genial. Quizás la perfilaron con la intención de que en algún momento Shannen Doherty volvería al programa -probablemente a mediano plazo-, o quizás fue sólo una feliz coincidencia. Lo cierto es que, aquel último acto resume en pocos minutos lo que efectivamente habría de significar esta historia de amor, nefastamente interrumpida por rencillas ajenas a la ficción. En ella, se ve a Brenda visitando a Dylan por última vez, para declararle muy honestamente que nunca dejó de amarlo y que jamás dejará de hacerlo, como una suerte de advertencia ante el inminente viaje que amenaza separarlos una vez más. "No me iré para siempre... dame algo para regresar" agrega ella, y acto seguido lo ciñe ansiosamente entre sus brazos, culminando el momento en un apasionado beso que sugiere consumarse en algo más, mientras la toma de esta escena se eleva lentamente sobre los amantes, hasta perderse en el vacío del aposento donde se encuentran.


Una despedida que no parece tal. Una escena que sugiere un pequeño escollo no tan difícil de superar esta vez. Un adiós sin la más mínima sospecha de que tal vez resulte el último. Un encuentro final, quizás el definitivo. O tan sólo el insospechado preámbulo de tiempos difíciles e inimaginables por venir. Tal y como suele ocurrir en nuestro paradójico, incomprensible y desconcertante mundo real.


* * *


Permitiéndome la ligereza, concluyo de esta forma. Si mi relación con Diego fuese llevada a las pantallas de televisión y que por motivos -obviamente- ajenos a mi voluntad tuviese que ponerle fin, me gustaría agregarle algunos detalles. Como por ejemplo, inventarle a "Diego" (el personaje) un motivo mucho más noble (que el presentado en el mundo real) que lo obligara a separarse -por tiempo indeterminado- del inseparable cómplice que lo acompañó durante estos últimos cuatro años. Quizá un viaje por razones de estudios o familiares, alguna beca universitaria o una oportunidad de trabajo en el extranjero quedaría mucho mejor como circunstancia para justificar el exabrupto final entre "Mauricio Ponticel" y "Diego Mardones" (cuyo "actor" intérprete precipitaría su salida de la "serie", alegando sentirse bastante incómodo al encarnar a un personaje de comportamiento inicialmente ambiguo, pero cuya marcada tendencia gay -especially during his final season- motivaría un descontento que le forzaba a no continuar en el programa). Con un último episodio de temporada (que convenientemente titularía "Sin Restricciones") en donde "Diego" tendría participación. Y una última escena junto a "Mauricio" que definitivamente resultaría tan insospechada como inimaginable. Sin un adiós de por medio o circunstancia alguna que sugiera que muy probablemente ya no volverían a encontrarse más. Con un diálogo final tan implícitamente explícito, que resuma en unas cuantas palabras y momentos, lo vivido juntos desde el comienzo hasta ese presunto final. Con una certeza y seguridad que haría pensar que dicha separación sería cuestión de horas, días... semanas a lo mucho. Y sin la más leve sombra que apunte de aquel romántico momento un último encuentro (quizás final) entre ellos dos.

El guión de mis vivencias, desafortunadamente aún no lo termino de leer. Mucho menos tengo idea de cómo acabará la historia entre "Diego" y "Mauricio". De lo contrario, quizás me sentiría más tranquilo y con la convicción de ver las cosas de un modo sosegadamente diferente. Mas, si existiese un Guionista Supremo o un Aaron Spelling que supervise el teje y maneje de esta historia, me gustaría sugerirle que si ha de desechar un personaje tan entrañable como "Diego" de la "serie" en la que me encuentro inmerso, pues ojalá que se decida pronto por un reemplazo interesante. Ni tan puto como Rose Jane McGowan versión gay (¡puaj!), ni tan disparatado como un clon o un "Diego II" pululando por ahí. Y si se me diese la facultad de poder elegir al nuevo responsable de mis desvaríos, definitivamente escogería a un cuerototote tipo Matt Destruction (de The Hives), o de porte similar al inabordable (e inalcanzable) Roger. O bueno ya, como última chance -pero no menos importante- que sea como el precioso ejemplar cuya foto me alcanzaron hace unos días y que les comparto a continuación.

Total, quien pide al cielo y pide poco...

12 comentarios:

nohequ dijo...

Dylan y Benda. Como me gustaba la serie de Beverly Hills. Pero no entendi porque escribiste de la ficción a la realidad ... tal vez porque el amor ideal es una fantasia?

Pablo Salvador dijo...

Me encantaba BH90210 pero fue tan extensa que tambien me perdi en el camino, llego un momento en que uno crecia, salia del colegio, y veia a estos personajes en TV y seguian mas o menos igual, con el mismo circulo de amistadades y eso ya era francamente aburrido. Muy bueno tu post.

Anónimo dijo...

.

La serie 90210 (titulada aquí como “Sensación de vivir”, igual que el eslogan que mantenía Coca-Cola por aquella época) no caló hondo en mí. Recuerdo que los primeros episodios eran interesantes, cuando la historia narrada terminaba en el programa emitido y no como después, cuando la serie se convirtió en un culebrón endogámico, claustrofóbico, en el cual los personajes formaban parejas unos con otros y a veces en combinaciones imposibles.

De pequeño me fascinaban Falcon Crest y Dallas y aquí sí que los recursos utilizados por los guionistas eran patéticos a la hora de eliminar y/o recuperar personajes.

Recuerdo que en Dallas el actor que interpretaba el papel de Boby Edwin abandonó la serie por desavenencias con la productora. Lo quitaron del medio mediante un atropello mortal y chiquicientos episodios después, cuando la ausencia del personaje hacía tambalear la serie, tuvieron la poca vergüenza de retornarlo tratando de hacer creer al espectador de que toda la temporada anterior (posterior a la muerte de Boby) no había sido más que una pesadilla de Pam, su esposa. ¡QUÉ FUERTE!

En el final inesperado de tu relación televisiba con Diego te ha faltado un fuerte y largo abrazo entre los dos personajes durante el cual a Mauricio (por cierto, my friend, me tienes hecho un lío con Ramiego y Mauricio; ya no sé cómo debo llamarte...) le cuesta contener las lágrimas de impotencia.

Pero lo que no me ha gustado es que el personaje de Diego abandone la serie por tener prejuicios homosexuales. Puestos a imaginar, vamos a suponer que los motivos son otros, ¿no? ¡Que bastante tenemos con la realidad!

Por cierto, bien guapo que es el sustituto de los patillones. Ya podrías haber puesto la foto más grande...

Ojalá que el desenlace de tu serie sea la vuelta de Diego de su viaje con las ideas mucho más claras.

Un beso.

Anónimo dijo...

Aunque ya no conversemos por el msn sigo leyendo las historias que publicas en tu blog. Interesantes las dos últimas por cierto.

Josega.

Ramiego dijo...

Rapsoda

Por sugerencia de mi querido amigo el Capitán Harlock, continuaré con la costumbre de postear inicialmente los títulos de mis nuevas entradas antes de desarrollarlas completamente. Y no tanto por generar suspenso o interés entre quienes lo lean (cosa que involuntariamente, tal parece que sucede), sino más bien para recordarme a mí mismo del trabajo pendiente que he de publicar en los próximos días (también para no olvidarme de los títulos, tú sabes... el alzheimer, je je je).

De todos modos, gracias por seguir visitándome. Espero que tu curiosidad haya sido saciada tras este último post. Y un fuerte abrazo.


GMANfull

Muchas gracias por tu comentario. Agradezco la atención y espero poder leerte más seguido por estos lares (por cierto, acabo de darle una checadita a tu blog... vaya que se las trae ¿eh?).


Harlock

Qué decir, hombre. Tu visita siempre me alegra el día. Al igual que tú, pienso que 90210 era en sus primeras temporadas algo diferente e interesante. Luego, con los cambios y reemplazos que llegaron, como que perdió terriblemente el norte (integrar al elenco original personajes que apenas duraron un par de temporadas, o querer disfrazar a Tiffani-Amber Thiessen como el personaje de mi adoradísima Shannen Doherty fue el acabose). Y de los recursos utilizados para justificar estas barrabasadas, ni qué decir. Gilipollada total, como dirían ustedes.

Otra cosa: te adelanto a ti (y a todos los demás amigos que visitan este modesto blog) que "Sin Restricciones" será el próximo "episodio" de este blog (¿quizá el último referido a Diego?). Y sobre el tema de los "prejuicios", déjame aclararte que se trataba acerca de una travesura imaginaria: un ficticio actor que interpretase el personaje de "Diego Mardones", pero que al igual que Shannen Doherty, habría decidido abandonar la "serie". Y tal como la famosa actriz que declaró sentirse muy incómoda interpretando en sus últimas temporadas a Brenda Walsh, igualmente la ficticia estrella juvenil que interpretase a "Diego Mardones" decidiría abruptamente ya no hacerlo más, declarando que tal personaje presentaba "marcadas tendencias gays" cada vez más notorias y por ello ya no se encontraba dispuesto a encarnarlo nuevamente.

Si los guionistas inventan fantasías que luego plasman frente a cámaras, ¿por qué alguien del mundo real no puede imaginar lo que podría ocurrir detrás de ellas?

Ramiego dijo...

Ah, lo olvidaba. Tal parece que los recursos alambicados-tipo-culebrones no son propiedad exclusiva de los dramas. El que comentas sobre la historia de Pam y Bobby Ewing me recuerda al que utilizaron en la comedia Married With Children para justificar en la vida real la pérdida del embarazo de Katey Sagal (incluído en la ficción): la "dulce espera" presentada en pantallas, resultó siendo al final un "sueño". Vueltas que da la vida.

Sobre el "final televisivo" entre Diego Mardones y Mauricio Ponticel espero que no le falte nada. Como ya te adelanté, pienso publicarlo en los próximos dias. Y ojo, todo lo narrado allí será tal cual ocurrió en el mundo real. Aunque también puedo añadir que hasta el día de hoy, Mauricio no ha llorado de impotencia ante tal circunstancia. Afortunadamente.

Y sobre la dupla Mauricio-Ramiego, descuida. Podrías consideras al primero como un personaje y al segundo como su autor. Pero no te enredes, puedes llamarme Mauricio, que por mí, no tengo ningún inconveniente.

El de las patillas, sí que promete ¿verdad? Su nombre real es Mattias Bernvall y es bajista de The Hives (donde utiliza el alias de Dr. Matt Destruction). Figurate que hasta me compré el DVD de la banda, sólo para verlo a él. Pero no por ello me podrás despreciar al ejemplar de la foto más amplia. ¿O me vas a decir que no te apetece nadita?

Un abrazote Capi, nos estamos leyendo.

Ramiego dijo...

Josega

Me alegra saber de tí, despues de tanto tiempo. Y me halaga que sigas visitando este blog. Espero sinceramente que te encuentres bien y que nuestra última conversación personal no signifique your final appearance.

Anónimo dijo...

Solo un favor. No me pongas como el "desaparecido". Da la impresión de que estoy muerto.

:)

Josega.

Anónimo dijo...

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Pienso que no me va a importar que el personaje de Diego abandone la serie, pues ya hacía sufrir demasiado a Mauricio. O por lo menos yo lo veo así; que una cosa es lo que pone en el guión y otra muy distinta lo que perciben o creen entender los espectadores, en función de la parcela de su imaginación que deseen alimentar.

Y me alegro de que Mauricio no haya llorado de impotencia, lo cual significa que no está del todo enganchado a Diego y que pronto lo olvidará dejando hueco a otro hombre más dispuesto.

Por supuesto que me apetece el otro osote, a quien veo muy sexy con sus calcetines grises y esa perilla tan bien recortada. A mí los hombres en calcetines me ponen, fíjate.

Un beso.

Princesa de cuentos infinitos dijo...

Holaaa señorsitoo!!!! como andamoos??? yo muuy bien, jejeje, que crees!! dare un recital de piano a finales del mes proximo =)... asi que creo que ya con eso me ahorro el por que ya no e entrado tanto por aca, jejeje, en 4 semanas me e visto en la forsosa necesidad de sacar de 3 a 4 canciones de Bach, para poder hacer un buen papel en el teatro...hoy tuve examen de Algebraa =)... jejeje, este fin pinta para tareas, tareas y mas tareas, pero yo no cuento con el fin disponible!! asi que estoy sacando todo antes de hoy en la noche!! jajaja, asi que continuare!! te mando un beso!!! espero te des una vuelta x mi bloog!! jejejeje, nos vemoooss!!!! cuidatee!! y que la vida te siga tratando bien o que te trate mucho mejor =)... Besitos Cha00!!!
P.D. si lei tu post, no completo pero casiii!!! jejejeje, tengo clase asi que preferi dejar comentario... y estoy de acuerdo, aun que yo solo veia capitulos esporadicos de Beverly Hills 90210, para mi casi siempre era lo mismo, y sii la parejita esa me encantabaa!!! jajaja y obviamente el mas =).... nos vemoos!!!

Atte...
Cris G. =*
P.C.I.

Anónimo dijo...

Como muchos lo pensamos, el alejamiento de Brenda Walsh de la serie hiso que esta perdiera todo el encanto. En su ùltima apariciòn pensè tambièn que en algun momento regresaria pero esta vez a quedarse definitivamente con Dylan. Brenda y Dylan la pareja de los 90^s

Anónimo dijo...

Muy bueno tu artículo. Pero no piensas que está sobrecarcado de imagenes?

Un saludo